El primer paso es desmontar la tapa de la cisterna, soltar el mecanismo de cierre sacando el flotador y volver a montarlo. Así cada vez que lo usemos controlamos manualmente el vaciado de la cisterna presionando o tirando del mismo más o menos tiempo según el agua que necesitemos.
Para los grifos de la cocina, el baño... Podemos utilizar los atomizadores ahorradores de agua, un simple cabezal te puede llegar a ahorrar hasta un 60% de agua.
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